Estos métodos de análisis de formas se basan en buena parte en la estadística. Y necesitan desde luego de muchas muestras para sacar conclusiones. Otra cosa es que cuando ya se ha determinado la forma de una estructura en un grupo de especies –como ocurre con la base de datos de los otolitos de los teleósteos–, basta entonces con una muestra a estudiar para determinar a qué especie pertenece.
Hace unos meses escribí al japonés Hiroyoshi Iwata, autor de uno de los primeros programas basados en estas técnicas de análisis morfológico (SHAPE:
http://cse.naro.affrc.go.jp/iwatah/shape/#_References). Le envié una imagen con 6 mandíbulas correspondientes a 6 especies de hormigas. Os transcribo las preguntas que le hice y sus respuestas, que pueden dar una idea de las posibilidades de estos métodos:
¿Es posible asignar valores numéricos a cada mandíbula?
Sí. Es posible cuantificar la variación de la forma de cada mandíbula mediante los componentes principales de los descriptores elípticos de Fourier. Los componentes principales, y también los descriptores elípticos de Fourier, pueden calcularse con SHAPE. El siguiente artículo puede serte de buena ayuda: Tatsuta H, MIzota K, Akimoto, S-I (2004) Relationship between size and shape in the sexually dimorphic beetle Prosopocoilus inclinatus (Coleoptera: Lucanidae).
Biological Journal of the Linnean Society, 81: 219-233.
En este artículo los autores estudian la variación de la forma, incluyendo las desmesuradas mandíbulas del ciervo volante. La forma de las mandíbulas del ciervo volante fue cuantificada con éxito mediante los componentes principales de los descriptores elípticos de Fourier.
Aunque la forma de las mandíbulas del ciervo volante sea diferente de la de las hormigas, creo que un enfoque similar será también eficiente en las hormigas.
¿Cuántas mandíbulas se requerirían para obtener buenos resultados?
Creo que serían necesarias un mínimo de 100 mandíbulas. Por tanto, hace falta recoger al menos 20 muestras por especie (6 x 20 = 120). Desde luego, mientras más mejor.
¿Hay alguna forma sencilla de interpretar los resultados numéricos de SHAPE para establecer la diferenciación entre las distintas mandíbulas?
La variación de la forma puede apreciarse visualmente usando los diagramas de dispersión y los histogramas de los componentes principales. La diferenciación de forma entre especies puede testearse mediante el Análisis de Varianza (ANOVA) de los componentes principales. La diferenciación entre pares de especies puede testearse igualmente con el test de comparación múltiple de los componentes principales. También puedes diseñar la clasificación de la forma de las mandíbulas de hormigas empleando el análisis discriminante de los componentes principales. En todo caso, el artículo antes mencionado te será de buena ayuda.